Como sucede con los hornos o los microondas, las casas que se quieran poner en venta o en alquiler a partir del 1 de junio, deberán tener el certificado de eficiencia energética. Las casas anteriores al año 1979, si no han sido renovadas, tienen carencias energéticas que será necesario solventar.
El número total de viviendas que existen en España asciende a 25 millones, pero ni siquiera la mitad de ellas son modernas, es decir, de después del año 1979.
Como ya hemos dicho, sólo será necesario para aquellas viviendas que van a ser puestas en alquiler o venta. Será necesario disponer de la etiqueta que califique la eficiencia de la vivienda pero sin embargo, no será necesario pasar el control con buena nota. La etiqueta será de carácter meramente informativo.
Se tratará de información adicional para el posible arrendatario o comprador. Sin embargo, si el propietario no ha sometido su vivienda a este control, habrá sanciones desde 300 euros hasta los 6.000.
¿Cuánto costará el estudio de eficiencia?
El coste del certificado estará fijado de manera libre por la oferta y la demanda, por lo que son cifras aproximadas.
Será llevado a cabo por arquitectos e ingenieros y costará al rededor de los 200 o 250 euros, dependiendo de los metros cuadrados que tenga la vivienda. Este es un precio correspondiente a una vivienda unifamiliar de unos 100 metros cuadrados.
El Certificado de Eficiencia Energética sólo tendrá vigencia para 10 años. Pasados estos 10 años, deberá realizarse un segundo estudio.
¿Qué medirá el estudio?
La eficiencia energética, es decir, la cantidad de energía necesaria para producir agua caliente, calefacción, iluminación, refrigeración y ventilación. También se llevará a cabo un repaso al edificio, a las ventanas (para comprobar sus condiciones de aislamiento).
Si se superan las condiciones requeridas, en unas 48 horas se recibirá una etiqueta que acredita la eficiencia de la vivienda.
Las calificaciones de las viviendas se medirán con letras, desde la A, para las más eficientes, hasta la G para las menos eficientes, con un consumo energético un 125 % superior al de la media.
¿Y para las viviendas vacacionales?
Por el momento, estas quedan excluidas. Todas aquellas viviendas que vayan a ser alquiladas por un período inferior a 4 meses, de momento no necesitarán someterse a este estudio de eficiencia energética.
Las normativa, que fue fijada el pasado mes de abril, establece que todas las construcciones posteriores al año 2020, deberán ser «edificios de consumo energético casi nulo». Los parámetros para medir esto aun no están definidos.