La agencia de calificación financiera Fitch no ha tenido piedad con las medidas aprobadas por el Ejecutivo español referente a las hipotecas y las ha calificado como muy negativas para el buen desarrollo de un sector que ya está acumulando demasiados problemas, como para entrar en una nueva coyuntura económica.
Según la agencia de calificación, el hecho de elevar el mínimo inembargable hasta los 960 euros desincentivará a los ciudadanos de pagar sus deudas ya que a partir de ahora les podrá compensar entregar las llaves de su vivienda siempre y cuando sus ingresos estén por debajo de esa cantidad.
De la misma forma, Fitch ha criticado el hecho de que la deuda se reduzca un 60% en lugar de un 50%, si no hay comprador de la vivienda en subasta pública, ya que entiende que lo único que hace esta medida es derivar las pérdidas potenciales hacia el lado de los bancos, en lugar del de los ciudadanos que contrajeron libremente su deuda.
En definitiva, Fitch sigue con su tendencia de defensa de las posiciones financieras más liberales y apuesta por seguir asfixiando al ciudadano medio, sin importarle demasiado el drama social que se genera en la sociedad con cada nuevo desahucio.
Tras la última reunión del Eurogrupo se llegó al acuerdo de no prestar tanta atención a las calificaciones de estas agencias de calificación, aunque para ello habrá que organizar nuevos mecanismos de racionalizar las finanzas de los países.