Parece que los bancos más importantes del mundo han empezado a comprender que apretarle el cinturón a sus clientes no es la solución. Semanas atrás, JP Morgan lanzó un plan para que sus clientes pueden aplazar tres meses el pago de la cuota hipotecaria.
Ahora, el banco británico Royal Bank of Scotland (RBS), ha comunicado que otorgará un «respiro» de al menos seis meses a aquellos clientes con dificultades para hacer frente al pago de sus hipotecas, antes de proceder al embargo de sus viviendas.
Esta medida se implementará para todos sus clientes, incluso aquellos que ya hayan experimentado algún retraso en los pagos, y permanecerá en vigor al menos hasta el final de 2009. Según la entidad, la principal preocupación de los británicos radica en el temor a perder su vivienda en medio de la crisis que soporta el país.
RBS es controlado en un 57,9% por el Estado tras la reciente ampliación de capital de la entidad, que cuenta con un 7% de cuota de mercado de los préstamos hipotecarios del país.
Luego de esta desición, RSB ha conseguido doblar el plazo acordado la semana pasada con el ministro de Finanzas británico, Alistair Darling. En aquel encuentro con las principales entidades financieras vinculadas al sector hipotecario, se había acordado una moratoria de tres meses antes de proceder a embargar un inmueble.
