Aunque en la sociedad moderna en el intercambio parece haberse existen algunas figuras legales que avalan importancia que tuvo en el pasado. Una de ellas es la permuta inmobiliaria.
La permuta inmobiliaria es un contrato de, entre partes, en el que se intercambio de bienes, este caso de bienes inmuebles. Es importante tener en cuenta una cosa: no siempre una permuta va a basarse en condiciones de en cuanto a de los bienes, por tanto, en muchos casos pueden darse permutas descompensadas, o permutas en las que además del bien inmueble la compensación se basa en el dinero que resta del valor de la operación.
Cómo se hace una permuta inmobiliaria
El proceso de permuta es sencillo. Puede complicarse algo cuando alguno de los inmuebles tiene cargas hipotecas pendientes. Es decir, se trata simplemente de, sobre el valor de mercado o tasación de las viviendas, establecer un acuerdo de firmar el contrato de escritura de permuta ante notario para la transmisión de titulares bienes. En general, cuando la parte monetaria conversaciones pequeña no se modifica el contrato, y se centra permuta. Si la parte de comercio monetaria se se realizan los contratos, por de permuta por otro lado el de compraventa.
Cuando una (o las dos) vivienda tiene vigente la hipoteca, el nuevo propietario subrogará dicha hipoteca, podrá realizar una novación o incluso solicitar una nueva hipoteca sobre el inmueble. Estos procesos suelen ser más largos que los anteriores y también pueden generar gastos añadidos.
Cuándo interesa una permuta inmobiliaria
Existen diferentes escenarios en los que las permutas inmobiliarias pueden resultar una alternativa interesante.
Por ejemplo, viviendas libres de carga en las que sus propietarios atraviesan una situación económica compleja, permutadas por viviendas de menor tamaño o valor, que además del bien, les ofrece una cantidad de dinero compensatoria.
Personas mayores que prefieren permutar una vivienda de gran tamaño por una de menor tamaño y aprovechar la liquidez que pueden obtener en el cambio.
Personas que necesitan una vivienda de mayor tamaño porque la familia ha aumentado y prefieren permutar su vivienda para rebajar el coste de la adquisición de una nueva.
Un ejemplo dentro del sector de la construcción, es cuando un propietario de un terreno recibía una cantidad determinada de viviendas del proyecto por parte del constructor.
Aspectos legales de la permuta inmobiliaria
Es importante tener en cuenta que hay algunos aspectos que diferencian bastante una permuta inmobiliaria de un contrato de compraventa.
En la permuta inmobiliaria se asumirán costes como los gastos de notaría, de registro de la escritura, el impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos, que, además corresponderá a los dos bienes inmuebles.
Sin embargo, como se trata de un acuerdo entre particulares, el contrato no está obligado a la tributación del IVA. Y, por otro lado, el impuesto sobre incremento de Valor de bienes de naturaleza urbana (la plusvalía municipal) se aplicará sobre la base de la diferencia entre el bien que se adquiere y el bien que se transmite y el valor que este adquiere tras la permutación.
Por supuesto, cuando se van a realizar operaciones posteriores relativas a la hipoteca, novaciónes o nuevas hipotecas, será necesario cubrir los gastos correspondientes.