Todos los que ya nos vestimos solitos conocemos de la gran capacidad táctica de Rubalcaba, una habilidad que le ha servido para ir sobreviviendo, más bien que mal, durante toda nuestra historia democrática, ocupando siempre cargos de responsabilidad y siendo capaz de encajar con cualquier líder a su lado.
Por ello, de nada debemos sorprendernos si ahora Rubalcaba empieza a iniciar un giro hacia la izquierda política, porque sabe que allí se encuentran sus votantes, los votantes que necesita para superar los 10-11 millones de votantes que el PP siempre tiene independientemente de todo, y de todos.
Así, Rubalcaba ha comenzado haciendo un guiño a todos los ‘indignados’ y simpatizantes del movimiento 15-M con sus críticas a la banca. Sabe mejor que nadie que cualquier crítica a las entidades financieras está bien vista entre la izquierda y responsabilizarles de lo sucedido durante la crisis es la mejor de las maneras.
De sus palabras se desprende inteligencia política a raudales. Conocedor de que la ciudadanía de a pie culpa a la banca de todo, él ha hecho suyo el discurso y con la locuacidad, ironía y precisión que le caracteriza, ha responsabilizado a la banca del inflado de la burbuja inmobiliaria.
Les ha culpado de conceder hipotecas con demasiado riesgo, sin calibrar las verdaderas posibilidades de pago de sus clientes, todo bajo el esperpento económico de cobrar más comisiones por las ventas a volumen, no en calidad.
Este es el primer giro real de Rubalcaba a la izquierda, pero podemos estar seguros de que de aquí hasta que comiencen las elecciones, vete tú a saber cuando, no será el último.
