Durante el primer trimestre de este año 2011 se terminaron un 51,7% menos viviendas que en el primer trimestre de 2010, una cifra que se relajó algo, hasta el 33%, comparándola con el último trimestre de 2010, lo que certifica la no recuperación del sector de la construcción.
Los promotores y constructores se han apresurado a responsabilizar a las entidades financieras de esta caída en la construcción de nuevas viviendas, ante la práctica total congelación de créditos destinados al sector.
Por otro lado, sí se ha producido una ligera mejoría en el número de viviendas iniciadas en estos tres primeros meses del año con respecto al último trimestre de 2010, concretamente un 11,2%, aunque en tasa interanual también se encuentra una caída del 13,8%.
Sin embargo, este dato, aunque interesante, no es significativo, ya que el hecho de que se comience una vivienda no significa, bajo ningún concepto, que se vaya a terminar, como demuestran la gran cantidad de obras abandonadas a la mitad que se pueden ver en cualquier ciudad española.
De cualquier forma, estos datos hecho públicos por el Ministerio de Fomento, son una radiografía rigurosa de la situación en la que se encuentra el sector de la construcción en estos momentos, en coma inducido.
Porque en un momento en el que se empiezan a adivinar ciertos indicios de recuperación en determinados sectores, como el turismo o la automoción, la construcción sigue anclada en sus propios problemas, sin que se pueda anticipar la luz al final del túnel.