La hipoteca es una forma de garantía, considerada eficaz por las entidades financieras de crédito, bancos y cajas de ahorros, por lo que es mayoritariamente usada por entidades para la concesión de préstamos y créditos, llamados hipotecarios por hallarse su devolución garantizada por el derecho real de hipoteca.
Las hipotecas al 100 tienen algunas características distintivas del resto y es muy difícil conseguirlas. A continuación explicaremos qué son las hipotecas al 100 y cuáles son sus características principales.
Hipotecas al 100:
- Solo algunas entidades lo mantienen y en la mayoría de los casos para jóvenes.
- Aplican los habituales tipos de interés y comisiones, y los plazos son parecidos.
- Las condiciones mejoran conforme mayor es la vinculación con la entidad.
La situación económica ha paralizado la venta de pisos y son pocos los que se acercan a su banco o caja a pedir una hipoteca.
Este producto financiero ya no es tan fácil de encontrar, tan solo algunas entidades lo mantienen, en la mayoría de los casos destinadas al público más joven.
Las condiciones de estas hipotecas al 100% no se diferencian mucho de las de menor financiación, ya que aplican similares tipos de interés y comisiones. Como detalla Consumer, los plazos también son parecidos y hay modelos a 30 o 40 años, nunca superiores. Si acaso, en algunas propuestas hipotecarias se ofrecen cuotas más reducidas y con un periodo de carencia que puede alcanzar hasta los tres años.
Requisitos para solicitar una hipoteca al 100%
Para aspirar a este tipo de crédito ha que cumplir estos requisitos:
- Optar por las ofertas del portal inmobiliario del banco o caja y con un más amplio periodo de amortización, que casi nunca baja de 30 años.
- Que exista cierto grado de vinculación con la entidad a través de la contratación de una serie de productos bancarios (seguros, planes de pensiones, tarjetas, domiciliaciones, etc).
- Requisitos adicionales: ser jóvenes, contratar la hipoteca para las segundas viviendas o pisos protegidos, etc.
Las condiciones de contratación mejoran conforme mayor es la vinculación con la entidad. Se consigue con la suscripción de seguros, tarjetas de crédito o la domiciliación de la nómina y los principales recibos domésticos, entre otros.