Resultan un fenómeno un tanto complejo de entender desde nuestra mentalidad. Las imágenes de una ciudad nueva (fundada en 2001) como Ordos lanzadas al mundo a finales de la pasada década nos mostraban una realidad sorprendente: enormes ciudades prácticamente despobladas donde la tasa de habitantes es tan baja que se las considera ciudades fantasma. La publicación económica china Caixin lanzó en su momento este mapa de las ciudades fantasmas en China que arroja algunos datos y cifras verdaderamente sorprendentes en un país al que acostumbramos asociar con ciudades superpobladas.
Lo cierto es que este mapa de las principales ciudades fantasmas chinas esconde detrás en varios casos los fracasos de las superpoblaciones generadas de manera artificial o respondiendo a criterios concretos qué, en algunos casos jamás llegan a ser operativas y en otros son abandonadas tras cumplirse el cometido inicial, pero, arrojando todas las mismas imágenes desoladoras que produce la contemplación de una ciudad semi abandonada.
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Para crear este top ten de ciudades fantasmas el diario económico utilizó el índice estandar del gobierno chino que sitúa que las ciudades deben mantener 10,000 habitantes por kilómetro cuadrado. Para el estudio el diario consideraba que mantener una proporción de 50% significa que es una ciudad no operativa desde el punto de vista de la máxima ocupación, pero, situaba realmente las ciudades fantasma cuando la proporción no superaba el 10% de esos 10,000 habitantes por kilómetro cuadrado.
Esto genera algunas contradicciones, ya que si se acepta esa ratio del 50% de los niveles de ocupación el número de ciudades que se puede considerar fantasmas en el país crece exponencialmente, en cualquier caso, más de 50 ciudades pueden entrar dentro de la categoría de ciudades fantasma en esta lista que encabezan las 10 representadas en este gráfico.
Lógicamente es complicado medir todas las ciudades por el mismo rasero, las situaciones son diferentes y en algunos casos, por ejemplo las ciudades construidas con vocación expresamente turística, las poblaciones varían según la época del año y en otros casos se trata de proyectos que aún se encuentran en fase de desarrollo y población. Por tanto, cuando hablamos de ciudades fantasma, y citamos por ejemplo la ciudad de Hangzhou, que aunque no entra dentro de este reporte si se considera entre las 20 primeras de las ciudades fantasma, nos encontramos con una ciudad que lleva una década en desarrollo y donde la tasa de ocupación ya ha superado el 60% aunque no se trata de una ciudad típica desde el punto de vista del bullicio y la ocupación china desde luego tampoco es una ciudad abandonada como pudiéramos pensar.
Otros casos no son tan claros por ejemplo la nueva Jingjin, una ciudad concebida en 10 fases separadas con una clara orientación a la segunda vivienda o ciudad de jubilados y que, efectivamente, se encuentra en un proceso de muy baja ocupación en el que parece que las ventas no se ha movido en la proporción esperada a la hora del desarrollo. Aquí sí podemos hablar en buena medida de un espacio fantasma debido no sólo a la escasa ocupación real de lo ya construido sino una proyección incierta de futuro.
Nuevamente el caso de las nuevas ciudades o nuevas extensiones de las ciudades genera la duda fundamental es si el tremendo esfuerzo de construcción en la última década se ve correspondido por la demanda, algo que ya en algunas localizaciones se ha demostrado complejo y en otras progresa lentamente, no debemos olvidar en todo esto la gradual desaceleración de la economía china y las proyecciones a medio plazo que apuntan precisamente en la continuación de esta desaceleración, por lo cual, todo este exceso de construcción podría efectivamente devenir en un aumento aún superior de proyectos poco correspondidos por la demanda.
Ordos
Esta ciudad, mejor dicho, el nuevo distrito de esta ciudad, es una parte muy importante del salto del fenómeno de las ciudades fantasmas chinas a los medios de comunicación internacionales. La ciudad responde al intento de la planificación de un nuevo distrito que poseyera una capacidad cercana al millón de personas. El proyecto atravesó diversas fases desde su inicio el año 2003 y al final devino en una zona residencial con capacidad para albergar hasta 300,000 personas pero en la que residen poco más de 30,000 según el censo del cierre del pasado año 2013.
En este caso no se trata de un abandono o de problemas estructurales, la cuestión es mucho más sencilla: nadie quiere vivir en este nuevo distrito.
El caso de Nanhui, que podemos contemplar en el siguiente vídeo es precisamente parte de uno de esos proyectos de desarrollo a los que nos referiamos anteriormente. Prácticamente desierta en la actualidad, la previsión es que se encuentre ocupada en buena medida para el año 2020. A su favor cuenta con la localización y con un nivel de preventas aceptable visto como está funcionando la venta en otros puntos del país.
