Uno de los instrumentos preferidos a la hora de buscar opciones para rehabilitar una vivienda suelen ser los créditos que muchas entidades financieras orientan a este fin. Registros del
Banco de España indican que durante la pasada temporada la morosidad de este tipo de financiaciones alcanzó el 3.18%, representando una cifra cercana a los 967 millones de euros.
Si se comparan los datos obtenidos al cierre de 2009 con los del ejercicio precedente puede observarse que el aplazo en las cancelaciones de los préstamos fue aproximadamente un 0,58% superior, es decir, 223 millones de euros más.
Cambiando de óptica y teniendo en cuenta las últimas medidas dispuestas por el Gobierno Nacional, que incluyen beneficios fiscales en caso de obras de rehabilitación y reforma, se puede contemplar un panorama que arroja signos de leve recuperación. El propio Estado ve en el rubro una de las llaves de salida a la crisis que viene afectando al mercado inmobiliario desde hace un largo tiempo, argumentando que será uno de los soportes hasta tanto comience a absorberse el stock de inmuebles que existe en la actualidad.
Dentro de las nuevas disposiciones resalta la deducción en el IRPF por la rehabilitación de viviendas para rentas de hasta 39.407,20 euros, según el reciente documento remitido a los grupos parlamentarios. Tendrá un límite máximo de 4.000 euros anuales por edificación y que, al poder deducirse las cantidades excedentes en los cuatro ejercicios siguientes, podrían ascender a un máximo de 12.000 euros.