Según la Sociedad de Tasación el precio de la vivienda nueva descenderá en igual magnitud que en 2009, si bien son tiempos de crisis para el mercado inmobiliario, se estima que la banca y el Gobierno pueden resolver gran parte del problema.
La caída del coste durante el pasado año se situó en 5.7%, y se prevé que como mínimo durante 2010 alcance dicho valor. El gran dilema del sector sigue siendo el sobre stock de inmuebles que en la actualidad perduran, para ello la entidad valuadora cree que la agilización de alquileres junto con la banca (líder actual del rubro) y el Gobierno son la llave para solucionarlo.
Desde dicha organización se pretende que los bancos y cajas de ahorro, cuyo poder de financiamiento es el mayor del país, abaraten los precios (cosa que no pueden hacer las promotoras) para poder redinamizar las ventas. En cambio, lo que se pide al Estado es que a través del Ministerio de Vivienda, se logren adecuar las condiciones necesarias para augurar seguridad económico-jurídica a los principales actores del salvataje.
Por último, y no menos importante, es fundamental volver a poner en funcionamiento los alquileres. La desconfianza por parte de los propietarios es el mayor enigma, dado los numerosos incumplimientos de pagos, éstos optan por dejar las viviendas vacías a tener que lidiar con los inquilinos morosos. Es por ello que la Sociedad de Tasación solicita también una rebaja en los precios de arrendamientos, lo que provocaría una mayor demanda de los mismos y así se podría desembocar en mayores posibilidades de compra del inmueble con su respectiva disminución en el importe de la venta.