Aunque en las hipotecas que se comercializan en nuestro país es mucho más frecuente el sistema de amortización francés, el sistema alemán es otro de los sistemas de amortización más conocido y utilizado.
Se trata de un método que nos ayuda a estructurar los pagos referentes a las cuotas de la hipoteca, en la mayor parte de los casos referentes a modelos de cuotas periódicas, que suelen ser de carácter mensual. A día de hoy, el sistema de amortización que utilizamos en España es el francés referenciado al euríbor.
Cómo funciona el sistema de amortización
Este se basa en una serie de cuotas constantes, por medio de las cuales se trata de conseguir que la cuota mensual resulte ser firme en la mayor medida de lo posible, variando solamente en lo relacionado con el tipo de interés, siempre y cuando se alcance el momento pactado previamente respecto a la revisión de la hipoteca.
Además, debemos tener en cuenta que este tipo de sistemas son los que provocan que a la larga abonemos un coste muy superior al precio de nuestra vivienda como consecuencia de los intereses que se han ido generando. Esto es algo que, por desgracia, pasa en cualquier tipo de modelo y que no puede remediarse.
Respecto al sistema de amortización de hipotecas utilizado en España, este dispone de dos sistemas principales que debemos conocer para estar bien informados.
Sistemas francés y alemán
Por un lado, nos encontramos con el sistema de amortización francés de hipotecas, que es el que más se utiliza por el momento. Como ya hemos mencionado anteriormente, se caracteriza por disponer de cuotas constantes, con un mayor coste de intereses al comienzo de los pagos, que tiende a reducirse progresivamente conforme se acerca el fin del préstamo hipotecario.
Y, por otro lado, tenemos el sistema de amortización alemán de hipotecas. Este resulta ser el método menos conocido de los dos, pero no por ello es menos eficiente. Funciona mediante el pago constante del capital amortización referido a la vivienda, lo que tiene como consecuencia un pago mucho más variable, a la par que razonable, a lo largo de los meses. A pesar de que debemos ser conscientes de que los primeros pagos que asumamos van a ser más costosos, tendremos el convencimiento de que, una vez alcanzado la mitad del plazo de pago de la hipoteca, realmente habremos logrado pagar la mitad de la vivienda.
El funcionamiento de este sistema de amortización de capital es fijo, lo que tiene como consecuencia una cuota variable que no siempre va a ser igual. No obstante, una práctica bastante habitual en este tipo de sistemas es que existen casos en los que podemos pactar ciertos periodos en los cuales las cuotas sean constantes.
Como podemos observar, se trata de un modelo de amortización cuya finalidad es acabar pagando menos intereses a medida que se acerca la fecha final del pago del préstamo hipotecario. Este sistema permite un menor volumen de pago referido a los intereses en comparación con el sistema francés, ya que los intereses se calculan sobre el capital que queda por amortizar, de manera que cuanto menor capital vaya quedando, menores van a ser sus intereses.
