¿Quién no querría pagar menos por su hipoteca? El problema es que en la actual coyuntura económica lo más posible es que nos encontremos con un rotundo «no» por parte del banco si acudimos a reformular las condiciones del préstamo. Por fortuna, existen una serie de trucos que nos pueden ayudar a cambiar la respuesta o, por lo menos, a tener una conversación fluida con nuestra entidad.
Aunque las hipotecas no han evolucionado lo esperado desde aquella bajada histórica del precio del dinero y siguen siendo el gasto principal de las economías domésticas de nuestro país, es cierto que desde finales del pasado año algunas entidades financieras han mejorado sus propuestas con productos hipotecarios con diferenciales por debajo del 1.5%.
En este post te mostramos cómo son las nuevas hipotecas baratas
Esta situación lleva a diferencias comparativamente importantes entre usuarios de productos que pagan bastante más y las cuotas que estas hipotecas deben suponer, por lo que, es probable que muchos usuarios de productos más caros se planteen entablar una negociación con el banco a fin de mejorar su hipoteca. En este tipo de negociaciones, donde tener labia ayuda a negociar, hay que apoyarse en diferentes cuestiones relevantes.
Qué debemos tener en cuenta
En primer lugar debemos tener en cuenta que estas hipotecas por debajo del 2% exigen una vinculación muy fuerte con el banco. Esto significa que por muy buen negociador que el usuario sea, acceder a esos tipos de interés le va a suponer en todo caso esos altos niveles de vinculación citados. Por lo que si ya tiene un grado de vinculación importante con su entidad tal vez el más adecuado plantear una renegociación que una subrogación que probablemente sea compleja o incluso no se pueda dar.
La mejor posición negociadora es la de un usuario que posee una hipoteca no vinculada en una entidad, entendiendo por no vinculada el hecho de que el resto de productos que mantenga en esa entidad no hayan sido contratados por exigencia del préstamo hipotecario.
En este artículo te mostramos consejos básicos para ahorrar antes de la firma de la hipoteca
¿Cómo negociar?
Si nos encontramos en la posición anteriormente citada, es decir, si mantenemos una hipoteca ajena vinculaciones en una entidad, la mejor manera de negociar es la comunicación directa en la propia sucursal entre el usuario y el responsable de su hipoteca, o en su defecto responsable de la sucursal.
Debemos tener en cuenta también que el margen de negociación de la entidad no es infinito, por ello resulta conveniente marcar los objetivos previos de antemano y plantearlos inmediatamente, ya que de este modo vamos a obtener una respuesta que nos va a dejar clara la posibilidad de negociar o no, y, probablemente, una contrapropuesta por parte de la entidad que podemos lógicamente estudiar por sí resulta conveniente nuestros intereses.
La fuerza de poder incorporar en vinculación productos, o incluso de llevarnos la hipoteca a otro lado, es sin duda un buen aliado del usuario, sin embargo, como la contratación o negociación sobre cualquier producto, debemos calcular de manera prudente a que nos comprometemos con otros productos para reducir los costes de la hipoteca.