¿ 2015 el comienzo de las hipotecas baratas?

Cuando analizamos la situación de las hipotecas en nuestro país en los últimos años, y, cuando más concretamente nos centramos en el análisis de las mejores hipotecas que se pudieran considerar como tal incluso en el año pasado, lo cierto es que a priori no hay mucha alegría en dichos análisis; hemos asistido un período de ausencia de crédito hipotecario y de hipotecas realmente caras.

Pero no es cuestión siempre de revisar estos productos con mirada triste; de hecho si nos atenemos a las señales lanzadas por determinadas entidades financieras en los tres últimos meses en forma de productos que rompían con esa norma establecida de hipoteca cara lo cierto es que empieza a encontrarse espacio para el optimismo.

Si en un inicio fue Bankinter quien abrió fuego con su Hipotica, un producto que nos ofrecía un diferencial por debajo del 2% basado en una vinculación importante, posteriormente sería CajaSur quien lanzara lo que hasta ese momento parecía imposible; una hipoteca con un diferencial en el 1,25%, respectivamente cargada con una fuerte vinculación, pero muy lejos de la media de diferenciales que las hipotecas a interés variable presentaban en nuestro país.

La cuestión estaba en saber si se trataba de movimientos individuales, de excepciones a la regla, o, si podíamos esperar por parte de de alguna de las entidades con mayor volumen de clientes de nuestro país movimientos en este sentido; algo que confirmó Santander con el reciente lanzamiento de una hipoteca Euribor + 1.95%.

Si a esto le sumamos movimientos también alrededor de las hipotecas a tipo fijo, como lanzamiento por parte de de la entidad vasca Kutxabank de una hipoteca tipo fijo que a máximo nivel y vinculación puede llegar a aplicar un interés fijo en el entorno del 3,90%, cuando la media de estos productos se sitúa tranquilamente por encima del 6%, ya parece más que evidente que algo se mueve en el segmento del préstamo hipotecario en nuestro país; lo que unido a un optimismo innegable en lo relativo a los datos macroeconómicos, permite, aunque aún con la boca pequeña, pensar en 2015 como en un año en el que asistiremos a una mejora generalizada de los préstamos hipotecarios en nuestro país.

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