Reunificar créditos en la hipoteca buena o mala idea

En muchas ocasiones el lector habrá escuchado términos como reunificación de deuda o unificar préstamos. Se trata de una herramienta en forma de diferentes productos financieros que debido al crecimiento del sobreendeudamiento de las familias españolas ha cobrado notable vigencia en los últimos años.

No existe un único modelo de reunificación de deuda o unificación de préstamos. Veremos a continuación dos de las modalidades más extendidas; los créditos de reunificación o los procesos de unificación en productos ya existentes.

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Crédito de reunificación

Como su propio nombre indica se trata de un producto crediticio nuevo que pretende agrupar las deudas de financiación del usuario en un único producto con una única cuota. Generalmente, en su versión más pura, este tipo de productos no incluyen los créditos hipotecarios, se trata exclusivamente de coberturas para financiación personal o al consumo.

No se trata de créditos especialmente baratos, generalmente su potencial estriba en el hecho de poder unir varias deudas en una y darle mayor plazo de amortización, con lo que aunque el resultado final es más caro que el conjunto de la deuda parcial, las cuotas mensuales se reducen sensiblemente.

Sin embargo, se ha extendido la idea de que determinadas hipotecas (nuevas) que admiten incluir en el total de financiación los importes destinados a saldar otros préstamos del usuario son también créditos de reunificación, algo que no se corresponde con la realidad. Estos casos suelen comportar un gran coste final sobre las cantidades financiadas que hace que, aunque aparezca como opción a corto plazo, sean una malísima elección a largo plazo.

Unificar deuda sobre productos ya existentes

A pesar de lo que la publicidad pueda llegar a decir, realmente ante una necesidad de unificación de deuda el mejor camino antes de acudir a productos con créditos externos a las entidades financieras (los más habituales) es tratar de entablar una negociación con la entidad donde poseamos más volumen de deuda.

Independientemente de la imagen personal que tengamos de las entidades, lo cierto es que estas no desean en absoluto acumular morosos, y por tanto, mantener abiertas las posibilidades de negociación sobre las deudas. Es evidente que no en todos los casos se puede llegar a obtener buenos acuerdos, sin embargo la posibilidad de refinanciar la deuda por préstamos es mucho más simple y barata en este caso que en los productos de reunificación de deuda al uso. Asimismo la posibilidad de negociación del crédito hipotecario suele traducirse en mayores ventajas que los productos específicos anteriormente citados.

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