Diferencia entre prestamo y credito hipotecario

Normalmente, las palabras préstamo y crédito hipotecario se emplean como sinónimos, correspondiéndose en la práctica financiera a productos y procedimientos operativos distintos. A continuación presentaremos las diferencias que hay que saber entre el préstamo y el crédito hipotecario.

En el préstamo hipotecario el desembolso del dinero se produce de acuerdo a las disposiciones pactadas con la entidad financiera, efectuándose generalmente de una sola vez, y la amortización del principal se realiza de acuerdo con un plan previsto, sin reutilización de las cantidades amortizadas.

El crédito hipotecario lleva consigo la puesta a disposición del acreditado de una cantidad en cuenta, de la que va disponiendo en función de sus necesidades. La cuenta de crédito admite abonos y cargos con los instrumentos y procedimientos habituales (talones, transferencias, tarjetas, domiciliaciones, etc.) y se liquidan intereses en función de los dispuestos diarios.

Gestión y administración del préstamo:

La gestión y administración del préstamo son mucho más baratas (liquidez, solvencia, riesgo de interés, ejecución, etc.) y para el consumidor son más claras desde el punto de vista de la aplicación fiscal, previsión de cancelación etc. Por eso, el crédito es sensiblemente más caro que el préstamo y el plazo total de amortización es mucho más corto.

Por ello en todo el mundo se ha impuesto el préstamo al crédito como instrumento habitual para la financiación de la vivienda. Sin embargo, para otros destinos (financiación comercial, circulante, etc.) el crédito es absolutamente preferible al préstamo.

A tener en cuenta…

Cada persona debe estudiar el producto que mejor se acomoda a sus necesidades específicas y elegir la mejor la oferta. El más barato no tiene porque ser el mejor. El mejor producto es el que se ajusta a las necesidades especificas del acreditado.

La mayoría de los préstamos hipotecarios se liquidan por el procedimiento de cuota constante comprensiva de intereses y amortización, que suele ser el procedimiento que mejor se acomoda a la estructura de ingresos de las familias. Aunque los préstamos hipotecarios son los más baratos del mercado, es conveniente que utilice el menor volumen de crédito posible. Para éllo le puede resultar conveniente ahorrar previamente en una cuenta vivienda.

Cada ciudadano debe buscar la combinación más adecuada entre el tipo de interés y el plazo para que la operación se acople bien a sus posibilidades. Alargar el plazo más de lo necesario supone pagar intereses más años y estrecharlo en exceso puede llegar a implicar una carga demasiado pesada. Lo importante es elegir la cuota que al consumidor le resulte más cómoda.

Los préstamos se formalizan a 20, 25 o más años a fin de obtener una cuota de amortización asumible, pero normalmente se amortizan en un plazo sensiblemente menor. Actualmente el plazo medio de amortización de los préstamos hipotecarios se sitúa en torno a los 8 años. Tenga en cuenta este dato a la hora de diseñar su préstamo hipotecario.

Por último, los préstamos pueden ser de tipo variable o fijo. Los préstamos a tipo fijo no permiten beneficiarse de los descensos de los tipos de interés, pero sí evitan las subidas. Los préstamos a tipo variable recogen tanto las subidas como las bajadas de los tipos de interés.

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