Como todos sabemos, el mercado inmobiliario ha pegado un bajón en los últimos año y el precio de la vivienda ha descendido hasta niveles que sólo se veían en el año 2003. Teniendo en cuenta que la compra de viviendas se considera una inversión ya que, por lo general los precios tienden a subir, comprar una vivienda en un momento en el que los precios están bajando no es la mejor idea.
Por esta razón, la pregunta será si los precios siguen bajando o no. Si hacemos caso a los expertos, el mercado inmobiliario aún no ha terminado con su tendencia bajista. Por tanto, si la idea de comprar una vivienda vacacional es simplemente poder revenderla en unos años a un precio más bajos, la respuesta a la pregunta sobre si comprar o no ahora, sería un rotundo no.
Sin embargo, el invertir en una vivienda vacacional puede tener más salidas que simplemente revenderla en unos años. Las ventajas de poseer una vivienda vacacional son las siguientes:
Son más baratas que las primeras viviendas en ciudades
Comprar una vivienda vacacional puede llegar a costar la mitad que una vivienda de similares características en la gran ciudad. Recientemente se conocía la oferta de viviendas por parte de la inmobiliaria del Banco Sabadell a precios de ganga, con precios de salida de algo más de 20.000 euros.
Estas viviendas son excepcionalmente baratas pero lo cierto es que las viviendas destinadas a las vacaciones, son siempre mucho más baratas que las primera viviendas.
En temporada alta, pueden alquilarse a precios muy altos
Si se invierte en una vivienda con el fin de alquilarla pero para personas que la usen como primera vivienda, no se podrá de disponer de la casa en todo el año y la mensualidad a cobrar será mucho más baja que la que se podría llegar a cobrar en los meses de verano o en fechas más turísticas por una vivienda vacacional.
Además, como he dicho, podrá hacerse uso de la casa durante el período que no desee alquilarse.
Ahorran el gasto en alojamiento en vacaciones
Esto dependerá de cada uno, habrá quien decida invertir en vivienda vacacional con el único fin de alquilarla, por lo que ocuparla en los meses de verano reduciría enormemente su rentabilidad.
Sin embargo, habrá quien invierta en una vivienda vacacional para hacer uso de ella. Cuando no se quiera utilizar se podrá alquilar pero si no, evitarse el gasto en alojamiento vacaciones en otro sitios, se podría considerar también una ganancia derivada de la inversión.
