La deuda hipotecaria familiar y de las empresas con las entidades financieras descendieron por tercera vez sucesiva en tasa interanual.
Los datos registrados por el Banco de España indican que las obligaciones de las familias se debieron en gran parte a préstamos adjudicados para la compra de viviendas, por lo que los 903.563 millones de euros de endeudamiento representaron una disminución respecto a un año antes de 0.3%.
En lo que respecta a las empresas, el pasivo acumulado en el último mes del pasado año llegó a 1.3 billones de euros, que en comparación con la temporada anterior, significó un 1% menos. En conjunto, el déficit de ambas partes resultó ser semejante al obtenido en Noviembre de 2009, cuando rondó los 2.2 billones de euros.
En el contexto de la crisis que sufre el mercado inmobiliario español no es sorprendente esta propensión a la caída de los compromisos pignorados, ya que es sabido de las dificultades que presentan los dos sectores en cuanto a la obtención de créditos. Desde un enfoque más optimista, algunos expertos creen que esta tendencia a la baja logrará incrementar las tasas de ahorro de los hogares españoles.