El Partido Popular no ha tardado en reaccionar a la medida propuesta por el Gobierno de Zapatero este pasado viernes, tras la reunión extraordinaria del Consejo de Ministros, de reducir el IVA que afecta a la compraventa de viviendas del 8% al 4%.
Y lo ha hecho subiéndose al carro de los incentivos fiscales para la compra de vivienda, aunque, cierto es que ya llevan un tiempo reclamando estos incentivos, incluso han anunciado que si llegan al poder reimplantarían la desgravación fiscal por compra de vivienda de manera universal para toda la población.
En esta ocasión, el PP ha propuesto que la medida de reducción del IVA no debería limitarse sólo hasta el 31 de diciembre sino que debería alargarse un año entero, hasta el 31 de diciembre de 2012, para que el efecto sea realmente eficiente en el incentivo a la compra de viviendas.
Sin embargo, el PP comete el mismo error que ha cometido el PSOE y es no intervenir en las fuentes de financiación hipotecarias, fundamentales para conseguir que se puedan realizar las compras de vivienda de manera real, ya que, de poco sirve que se reduzca el IVA, si luego se mantienen las dificultades de acceso al crédito.
También ha aprovechado Rajoy para pedir a Zapatero que todas las medidas que tome desde ahora hasta el fin de su legislatura sean pactadas con los candidatos a las elecciones generales, ya que uno de ellos, o Rubalcaba o Rajoy, serán los nuevos Presidentes del Gobierno a partir de enero de 2012, y por tanto, tendrán que lidiar con todas las medidas que hayan sido aprobadas en estos meses.
Se trata, sin duda, de una petición electoralista, pero no le falta razón ni sentido común, ya que efectivamente tomar medidas ahora sería hipotecar el futuro del nuevo Gobierno.
Rajoy cometería la misma injusticia y error de no extender la misma reducción fiscal al impuesto de transmisiones patrimoniales.