Según los datos ofrecidos por el portal inmobiliario idealista.com, el precio medio de la vivienda de segunda mano cayó un 0,2% durante este pasado mes de agosto a nivel nacional hasta situarse en los 2.167 euros por metro cuadrado, en término medio, lo que relaja algo la pendiente de la caída pero sigue manteniendo la tendencia de los últimos meses.
El precio de la vivienda de segunda mano cayo en un total de 8 Comunidades Autónomas, con descensos en 26 provincias (mientras que en julio fueron 38), y de 26 capitales de provincia (durante el mes anterior este descenso se había producido en un total de 40).
En cuanto a las regiones que experimentaron un crecimiento en el precio de la vivienda destaca Navarra, con una subida del 1,6%, Asturias, del 1,2% y Cantabria con el 1,1%. Mientras que las Comunidades Autónomas que experimentaron una caída mayor en el precio fueron Aragón, con el 1,7%, La Rioja, con el 1,5% y las Islas Baleares con el 1%.
Por otro lado, en términos de cifras globales, las Comunidades Autónomas del País Vasco y de Madrid se presentaron como las dos con un mayor precio medio de los pisos de segunda mano, con 3.421 y 3.024 euros por metro cuadrado, respectivamente. Las Comunidades con los precios más bajos fueron Castilla La Mancha y Extremadura, con 1.459 y 1.376 euros por metro cuadrado, respectivamente.
En general se detecta un descenso en la caída que puede ser interesante de cara al futuro, de cara a plantearse la evolución del futuro más inmediato del sector inmobiliario, pero preocupa que el precio de la vivienda no haya sido capaz de alcanzar el mínimo absoluto y comenzar ya un rebote que marcará el inicio de la recuperación.
Porque la recuperación del sector inmobiliario e hipotecario español pasa inexorablemente por que los precios de las viviendas vuelvan a recuperar un ligero crecimiento, de manera que la inversión en vivienda no se convierta en un problema para los ahorradores que han colocado su dinero en ellas o para los constructores y promotores que se lanzan a la construcción de nuevas edificaciones.
Y el problema es que la obsesión de los Gobiernos de los países desarrollados por fomentar la austeridad a ultranza está provocando un grave peligro de contracción económica que lastrará, aún más, la recuperación, por lo que no se espera que durante este año 2011 la cosa empiece a cambiar de manera positiva, más bien al contrario, generando una pérdida real del poder adquisitivo de las familias.