Conseguir una hipoteca en las mejores condiciones nunca ha sido tarea fácil pero ahora se ha convertido en una tarea especialmente complicada ante la escasez de crédito. Actualmente las mejores ofertas se limitan a los pisos de la banca, aunque todavía es posible conseguir un buen préstamo siempre que cumplamos una serie de requisitos. Os los explicamos.
Con el paso del tiempo y el recrudecimiento de la crisis la banca ha ido elevando sus exigencias para conceder un crédito. Para que el banco acceda a financiarnos la casa ya no bastará con el propio inmueble, sino que será necesario aportar garantías adicionales. Estos son los requisitos que debemos cumplir para tener posibilidades de acceder a una buena hipoteca.
- Tener ahorrado el 30% del valor del piso. Las hipotecas por el 100% del valor del piso son un rara avis reservadas para los inmuebles en manos de los portales inmobiliarios de la banca. Lo normal es que el banco acceda a financiar el 80% del valor de tasación del inmueble que, además, puede no coincidir con el precio que pagaremos por él. A esto deberemos sumar un 10% adicional en concepto de gastos de la compra: el notario, gestoría, tasación, escritura y el pago del IVA o del Impuesto de Actos Juríricos.
- Estabilidad laboral: los bancos no quieren complicaciones en los pagos y por eso tratará de cubrirse las espaldas concediendo hipotecas sólo a aquellas personas en una determinada situación laboral. Esta se caracteriza por llevar tiempo en la empresa y contar con unos ingresos recurrentes y demostrables. Así, por ejemplo, se valorará de forma más positiva a los funcionarios que a los asalariados y a estos que a los trabajadores autónomos. Del mismo modo, el tiempo en la empresa también será positivo, puesto que se supone que se trata de otra medida de estabilidad, así como la composición de la nómina. Cuanto menor sea la parte del salario ligada a incentivos, mejor. Además, nunca debemos perder de vista que nuestros ingresos determinarán la capacidad de endeudamiento que podemos asumir.
- Comprar un buen piso: puede ser de perogrullo pero conviene tenerlo en cuenta, especialmente ahora con la constante caída en el precio de la vivienda. La zona y el estado de la vivienda serán fundamentales, así como el precio que vamos a pagar. Lo que el banco valora en estos casos son las posibilidades de revender el piso que tendrá en caso de que dejemos de pagar la hipoteca.
- Aceptar la vinculación con el banco: los productos vinculados a la hipoteca están a la orden del día. No hay banco que acepte conceder un préstamo hipotecario si no domiciliamos la nómina y contratamos un seguro de hogar y de vida, en el mejor de los casos.
- Avales y garantías adicionales: no son imprescindibles pero sí ayudan, y mucho. En el caso de parejas jóvenes el contar con el aval de los padres puede ser la diferencia entre conseguir y no el préstamo.
Estos son básicamente los requisitos que deberemos cumplir para tener opciones de que el banco nos conceda la hipoteca. Los dos primeros son los más importantes y se pueden considerar condición sin equa non. ¿Se te ocurre algún otro?
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